¿Por qué algunas personas no toleran el sabor del hígado? Descubre la razón detrás de esta aversión

El hígado es un alimento altamente nutritivo, rico en hierro, vitaminas y minerales esenciales para el organismo. Sin embargo, muchas personas no pueden soportar su sabor intenso y distintivo. Pero, ¿por qué algunas personas no toleran el sabor del hígado? A continuación, exploramos las razones científicas y sensoriales detrás de esta aversión.

¿Por qué algunas personas no toleran el sabor del hígado?

El gusto no es el mismo para todos, y parte de la razón por la que algunas personas no toleran el sabor del hígado está en la genética. Existen genes responsables de la sensibilidad a ciertos compuestos amargos, y algunas personas tienen una mayor cantidad de receptores gustativos para detectar estos sabores. El hígado contiene sustancias como el hierro y ciertos compuestos amargos que pueden resultar desagradables para quienes tienen una mayor sensibilidad.

Compuestos responsables del sabor fuerte del hígado

El hígado tiene un perfil de sabor intenso debido a su función en el organismo y a su composición química. Algunos de los principales compuestos responsables de su sabor incluyen:

• Hierro hemínico: Presente en altas concentraciones, da un sabor metálico y terroso.

• Vitaminas del complejo B (especialmente la B12): Contribuyen a un sabor fuerte y persistente.

• Compuestos amargos naturales: Relacionados con la desintoxicación del cuerpo, pueden generar rechazo en algunos paladares.

Experiencias previas y aversión aprendida

El rechazo al hígado también puede ser psicológico. Si una persona tuvo una mala experiencia con el hígado en la infancia, es posible que su cerebro asocie el sabor con algo desagradable. Este fenómeno se conoce como "aversión condicionada", y puede afectar la percepción del alimento de por vida.

Cultura y costumbres alimentarias

En algunas culturas, el hígado es un manjar apreciado, mientras que en otras es considerado un alimento de "textura y sabor difícil". Quienes crecen comiendo hígado desde pequeños suelen desarrollar tolerancia a su sabor, mientras que quienes no están acostumbrados pueden encontrarlo demasiado fuerte o desagradable.

¿Se puede aprender a tolerar el sabor del hígado?

Si quieres disfrutar los beneficios nutricionales del hígado sin sufrir por su sabor, puedes probar algunos trucos para hacerlo más apetecible:

• Remojarlo en leche o jugo de limón antes de cocinarlo para suavizar su sabor.

• Cocinarlo con hierbas y especias como ajo, cebolla y pimentón para enmascarar su intensidad.

• Prepararlo en pequeñas porciones mezclado con otros ingredientes como carne molida o salsas.